España se lanza a la caza de las nuevas líneas de metro saudís

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Las empresas españolas tienen grandes esperanzas depositadas en el viaje del Rey Felipe VI a Arabia Saudí de cara a lograr nuevas adjudicaciones en el país. El monarca estará acompañado de una delegación empresarial entre la que destacan varias de las grandes constructoras españolas con intereses en la región como FCC, Acciona y ACS.

En la mirilla de estos grupos hay tres proyectos clave que el Gobierno saudí tiene hoy paralizados por la brusca caída del precio del petróleo, principal sustento de su economía. Se trata de las líneas de Metro en las ciudades de Yeda, La Meca y Dammam, según detallan fuentes diplomáticas. Las tres infraestructuras fueron proyectadas en el año 2014, cuando el crudo cotizaba por encima de los 100 dólares.

Tras dos años en la nevera, las empresas esperan una reactivación de los proyectospor la necesidad que tiene el país de impulsar su economía y contentar a sus ciudadanos una vez que se incremente el coste del barril, actualmente estancado en 45 dólares. Los grupos españoles ya están presentes en el suburbano saudí, ya que FCC está construyendo la ampliación del Metro de Riad en un contrato valorado en más de 6.000 millones de euros.

“Las empresas españolas pueden tener capacidad de influencia en el proyecto Visión Saudí 2030”, resaltan fuentes diplomáticas. El objetivo de este plan es reducir la dependencia del petróleo, desarrollando las inversiones y aumentando la participación del sector privado y las exportaciones no petroleras de aquí al año 2030. Y uno de los propósitos es posicionarse para poder optar a futuras licitaciones y proyectos.

Pese a que fuentes oficiales señalan que el viaje, en origen, responde a su vertiente institucional, como respuesta a la invitación del Rey Salmán bin Abdulaziz al Saúd, lo cierto es que fuentes empresariales y diplomáticas reconocen que se trata de una visita “con un carácter más amplio que el institucional”. Prueba de ello es la presencia del nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que mantendrá un encuentro bilateral con su homólogo saudí.

A este respecto, el ministro portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, reconoció ayer que España y Arabia Saudí comparten “muchos escenarios estratégicos mundiales” y que existen “importantes intereses españoles” en el país. La invitación a Felipe VI supone de facto un apoyo de la monarquía saudí a la economía española. El reto es aprovechar esa proximidad entre las jefaturas de Estado para mostrar la capacitación de las empresas españolas en sectores como las infraestructuras, la energía o las telecomunicaciones.

El viaje también servirá de canal de reconciliación entre ambos países tras las tensiones surgidas en el megaproyecto de construcción del AVE entre las ciudades de La Meca y Medina. El consorcio empresarial, integrado por empresas públicas, ha abierto un arbitraje contra el gestor ferroviario saudí para reclamar los sobrecostes derivados de la construcción y un mayor plazo.

Por otro lado, la delegación española confía en lograr la firma definitiva al contrato de construcción de cinco corbetas para la Armada saudí por parte de Navantia por 2.000 millones de euros.

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