Los indignados de Donald Trump

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Mientras Donald Trump prepara su Gobierno y baraja nombres para su gabinete, crece el movimiento de indignación en Estados Unidos contra el presidente electo. Las protestas se suceden en varias ciudades del país en contra de su elección el pasado martes como presidente de los Estados Unidos. “No es mi presidente” es la consigna.

En Portland un manifestante recibió un disparo en una de las marchas contra el recién elegido presidente. En un comunicado, el Departamento de Policía de Portland informó de que la víctima, a la que no identifica, resultó herida en el puente Morrison de la progresista ciudad de Portland sobre las 00.45 hora local (08.45 GMT) mientras los manifestantes cortaban el tráfico para continuar con su marcha.

Un hombre que se encontraba en su vehículo en el puente se enfrentó a los manifestantes, sacó su arma, disparó en múltiples ocasiones y alcanzó a la víctima, que resultó herida leve y fue trasladada a un hospital cercano, detalló la policía local. El agresor, descrito como un adulto joven de raza negra, se dio a la fuga y la policía continúa buscándolo.

El suceso siguió a unas fuertes protestas en Portland en las que la policía usó gas lacrimógeno para responder a los “proyectiles ardiendo” que los manifestantes lanzaron en varias ocasiones contra los uniformados, afirmó el Departamento de Policía en su cuenta de la red social Twitter.

“Día ocupado en Nueva York. Pronto estaré haciendo algunas importantes decisiones sobre la gente que estará manejando nuestro gobierno”, anunció Trump el viernes en su cuenta de Twitter.

El vicepresidente electo, el republicano Mike Pence, tomó el viernes las riendas del equipo de transición de la Administración de Donald Trump a la Casa Blanca, y será el encargado de diseñar el gabinete del nuevo presidente.? Pence releva al frente del equipo de transición al gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, encargado de las reuniones preparatorias.

Los hijos del magnate – Ivanka, Donald Jr. y Eric Trump – también forman parte del equipo de transición de su padre. Y en el equipo también está la fiscal general de Florida, Pam Bondi,acusada por violar una ley federal al aceptar una donación de 25.000 dólares para su reelección de parte de Trump en un momento en el que el ahora presidente electo había sido denunciado por irregularidades en la Universidad Trump. Finalmente la fiscal decidió no investigar el caso.

Trump dejó claro el jueves durante su visita a Washington que las tres prioridades de su Gobierno serán: inmigración, sanidad y creación de empleo.

Hay quinielas en Washington sobre la composición del nuevo Gobierno. En la prensa se barajan los nombres del ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani, el senador por Tennesse Bob Corker, el ex embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas John Bolton, la ex candidata a vicepresidenta Sarah Palin o del ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich como posibles miembros de su gabinete.

La prensa también especula sobre a quién elegirá Donald Trump como jefe de gabinete. Dos nombres suenan con fuerza: Reince Priebus, actual presidente del Comité Nacional Republicano (RNC), y el ultra Steve Bannon, presidente de la campaña de Trump y ex presidente ejecutivo de la web conservadora de noticias “Breitbart News”.

“Este hombre es el agente político más peligroso en Estados Unidos”, advirtió el semanario ‘Bloomberg Businessweek’ en octubre de 2015 sobre Bannon, quien ha dado desde su portal alas a las ideas de extrema derecha y a teorías conspirativas de diferente índole.

Protestas mientras se prepara el relevo en la Casa Blanca

El relevo en la Casa Blanca ocurrirá el próximo 20 de enero, cuando tendrá lugar de ceremonia de investidura a los pies del Capitolio en la que Trump jurará el cargo como presidente de los Estados Unidos.

Mientras Trump prepara la transición, las protestas contra su elección se suceden en todo el país, desde Nueva York a California, pasado por Illinois y Texas.

“Rechazamos al presidente electo”, gritaban miles de manifestantes la noche del jueves al viernes en las calles de Portland (Oregón). La policía empleó gas pimienta y pelotas de goma para dispersar a los manifestantes violentos.

En Denver (Colorado), los manifestantes anti -Trump lograron cortar brevemente la circulación en la Interestatal 25. Y hubo manifestaciones en varias ciudades como Nueva York, Washington, Los Ángeles (California), Baltimore (Maryland), Minneapolis (Minesota) y Salt Lake City (Utah).

Hay convocadas más manifestaciones antiTrump este fin de semana en Nueva York y Los Ángeles. Y ya varios grupos han anunciado que planean manifestaciones en enero contra el nuevo presidente.

Un grupo llamado #NotMyPresident (No es mi presidente) ha convocado una manifestación en su contra el 20 de enero en Washington, el día de la toma de posesión de Trump.

Y en Facebook otro grupo ha convocado el 21 de enero la “Marcha del millón de mujeres” en Washington para mostrar su condena a “la agenda del nuevo presidente de miedo, odio, misoginia, discriminación y a sus valores”. Todavía es pronto saber si alguna de estas dos convocatorias tendrá lugar finalmente y cuantas personas participarán.

Muchas personas denuncian en las redes sociales que desde que ganó Trump las elecciones han aumentado los ataques racistas e insultos contra inmigrantes, minorías o musulmanes. También han aparecido pintadas con esvásticas y el nombre de Trump o mensajes invitando a los afroamericanos a “volver a África” para poder “hacer Estados Unidos grande otra vez”.

La Asociación de Estudiantes Musulmanes de la Universidad de Nueva York denunció en Facebook que alguien había escrito la palabra Trump en la puerta de su sala de rezo.

El diario ‘The New York Times’ pidió el viernes en un editorial a Trump que “repudie inmediata e inequívocamente esa avalancha de racismo, sexismo, xenofobia, antisemitismo e insultos homófobos, amenazas y ataques que han sido asociados a su nombre”.

“Hágalo como un pedido personal a quienes apoyaron su candidatura. Dígales que eso no es lo que usted apoya y que su nueva administración no lo tolerará”, le pidió el diario neoyorquino en un editorial titulado “Denuncie el odio, señor Trump”.

El senador saliente Harry Reid, líder de la minoría demócrata en el Senado, denunció a través de un comunicado que la elección de Trump “ha envalentonado las fuerzas del odio y la intolerancia en Estados Unidos”.

A pesar de ser ya presidente electo, Trump reaccionó en Twitter a las protestas en su contra como si todavía estuviera en campaña electoral. El jueves por la noche calificó las protestas de injustas porque él ganó las elecciones y cargo contra los medios de comunicación a los que acusó de incitarlas.

“Acabamos de tener unas elecciones presidenciales muy transparentes y exitosas. Ahora manifestantes profesionales, incitados por los medios, están protestando. ¡Muy injusto!”, escribió Trump en Twitter.

Horas después, el presidente electo volvía a escribir en Twitter sobre las protestas. Esta vez su mensaje fue más moderado y conciliador. “Me encanta el hecho de que pequeños grupos de manifestantes tuvieran anoche pasión por nuestro gran país. ¡Nos uniremos todos y estaremos orgullosos!”.

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